Hétero, bisex, homo; categorias simplistas como el "bien" y el "mal". El sexo es palabra y como ella, depositario potencial de una constelación infinita de significados. La sexualidad, en sus categorías tradicionales se configura de acuerdo a la paridad entre organos sexuales. Movimiento comparable a entender la vida a partir de sus componentes moleculares. Los organos sexuales tienen el destino de cualquier otro significante figurativo; cuantos poemas no invocan la palabra ''nube'' en sus inagotables connotaciones. Todas estas connotaciones pueden compartir una misma herencia sígnica, aquella de "nube" en su significado literal, pero la incorporación de esta palabra en diferentes narrativas engendra una explosión de diversidad semiológica. Así pues, nuestros organos sexuales, así pues todos y cada uno de nuestros átomos, así todas y cada una de nuestras unidades figurativas. La deconstrucción del objeto sexual es deconstrucción de preferencias, de sentido sexual, es aterrizar en el deseo desnudo. El falo y vaginocentrismo son solo casos particulares de una configuración de sentido que considera al órgano sexual como unidad constitutiva del sentido sexual. Hay quienes van más allá como para declarar al hombre y la mujer en sus integralidades masculinas y femeninas como las unidades básicas del diálogo sexual. En cuanto a mí, tan solo intento ver con los ojos rotos y bailar con palabras-carne, los inagotables cantos de la prosa y la poesía del acto.
domingo, 20 de abril de 2008
Escribiendo el Sexo
Hétero, bisex, homo; categorias simplistas como el "bien" y el "mal". El sexo es palabra y como ella, depositario potencial de una constelación infinita de significados. La sexualidad, en sus categorías tradicionales se configura de acuerdo a la paridad entre organos sexuales. Movimiento comparable a entender la vida a partir de sus componentes moleculares. Los organos sexuales tienen el destino de cualquier otro significante figurativo; cuantos poemas no invocan la palabra ''nube'' en sus inagotables connotaciones. Todas estas connotaciones pueden compartir una misma herencia sígnica, aquella de "nube" en su significado literal, pero la incorporación de esta palabra en diferentes narrativas engendra una explosión de diversidad semiológica. Así pues, nuestros organos sexuales, así pues todos y cada uno de nuestros átomos, así todas y cada una de nuestras unidades figurativas. La deconstrucción del objeto sexual es deconstrucción de preferencias, de sentido sexual, es aterrizar en el deseo desnudo. El falo y vaginocentrismo son solo casos particulares de una configuración de sentido que considera al órgano sexual como unidad constitutiva del sentido sexual. Hay quienes van más allá como para declarar al hombre y la mujer en sus integralidades masculinas y femeninas como las unidades básicas del diálogo sexual. En cuanto a mí, tan solo intento ver con los ojos rotos y bailar con palabras-carne, los inagotables cantos de la prosa y la poesía del acto.
sábado, 19 de abril de 2008
Epigenetics as High Level Programming
This biosemiotical approach may be compared to processes of High Level Language Programming. Objects with regulatory roles, which we may call Readers, now becomes the "genes" with respect to an increasing specialized type of Readers. In other word what we may see is an increasing development of Readers over Readers.
jueves, 17 de abril de 2008
Ecologias del Ser
[Por utilizar una figura, el 98% de las ideas aquí planteadas son apropiadas de otros autores. Esto apesar del uso retórico de los verbos en primera persona; personajes como Levinas, Popper, Derrida, se me vienen a la mente. ]
El Id y el Ego se presentan a menudo como notables enemigos. Esta visión deja ausente otra faceta de esta relación: la simbiosis, evidenciada en el hecho de que comparten la misma unidad motora: el cuerpo. Otra óptica desde la cual podemos plantearnos esta relación es la del Ser Local y la del Ser Global, usadas en su connotación no esencialista, sino relativa. Y en medio el Yo, como hilo conductor entre lo local y lo global; entre lo diacrónico y lo sincrónico. Hablo de esto porque me gustaría plantear una ética a partir de estos elementos. Si los entendiéramos desde una visión esencialista, caeríamos en planteamientos metafísicos (racionalistas, religiosos, mitológicos, etc.). Esta observación no se debe tomar a la ligera, el talón de Aquiles de numerosos proyectos de aspiración "no metafísica" se han debido a este descuido o, mas precisamente, a este hábito difícil de morir. La clave para identificar muchos de estos esencialismos es la cerrades en la delimitación de las fuentes de significado. En el proyecto Freudiano la familia era el principio y fin de todo significado, en el Marxismo, la lucha de clases. No es de extrañar pues, que sus criticismos se hayan enfocado en lo que han dejado por fuera:
[1] Solo para citar las unidades de las críticas tradicionales, ya que existen toda una infinidad de unidades históricas alternativas que no han sido agotadas por el análisis histórico o antropológico.
[3] El Id es también un Otro para el Ego.
viernes, 11 de abril de 2008
Un buen estudiante en el Ministerio....
El ministro Colombiano de Agricultura, Andrés Felipe Arias, es un espécimen bastante interesante. Su conversión teórica sería un apreciable logro mediático para el postmodernismo en la región. Ejemplo prístino de práctica y discurso neoliberal. Su cargo constituye todo un emblema institucional. Su apuesta mediática y, me atrevo a decir, espiritual a la discusión objetivista, lo hace vulnerable a la razón instrumental. Aun sin aspirar a su conversión tenemos aquí a un interlocutor retóricamente útil. No hablare del caso Carimagua, aunque constituye una muestra significativa de sus modos de práctica, es decir, los modos neoliberales. Me interesa reflexionar sobre su posición coyuntural con el cultivo de
[1] Me refiero a Agricultura Intensiva entendida como aquellos productos cuyas especificidades de producción y mercado implican un uso intensivo en costo y mano de obra por unidad de tierra. Esto deja por fuera cultivos como la caña de azúcar y la ganadería intensiva donde, ni el producto, ni el mercado -real y no distorsionado!- exigen esta práctica.