martes, 15 de diciembre de 2009

Las ironías de la historia y otras abstracciones del lenguaje

Quizás el mayor golpe del fenómeno paramilitar a las guerrillas comunistas fué el de hacernos revalorar a los colombianos, el uso de la violencia como instrumento político. En particular, muchos simpatizantes de la izquierda lograron distinguir en el paramilitarismo, lo que en la guerrilla había permanecido como tabú: la causa política y el método de lucha. El criticismo de izquierda al paramilitarismo, curiosamente, no se centró en sus afinidades con el liberalismo económico, sino en sus prácticas de violencia. De allí, a volver dicho juicio sobre la guerrilla comunista fué un simple movimiento lógico. Este acontecimiento precede la fundación del Polo Democrático como opción democrática de izquierda, con una convicción civilista que lo distingue de anteriores intentos socialistas de incursión política. La noción de derechos humanos promovida por un discurso transnacional, abstraído de particularidades políticas e históricas, podría ser fundamental para entender los giros de la opinión pública hacia la opción civilista.

domingo, 13 de diciembre de 2009

La nación soñada de Eduardo P. Carbó

Este libro ofrece una forma de entender el desprestigio que goza la democracia liberal en Colombia. Desprestigio que alcanza su zenith, en mi opinión, en las universidades públicas. No comparto todas las tesis o énfasis que hace Carbó en su recuento histórico, pero comparto su entusiasmo por el proyecto democrático liberal. Creo que un grave error en los críticos de la democracia liberal en Colombia es el de concebirla como una estructura estática y no un proyecto de constante consolidación cultural, legal y política. El mismo Carbó al hablar de esta tradición en Colombia, comete el mismo error. No hace suficiente énfasis en su carácter evolutivo lo cual implica la reivindicación de las empresas reformistas. De todas maneras es un libro que trae frescura al debate de la historia política del país. Nos aleja del fatalismo intelectual y nos advierte sobre los peligros de las lecturas sesgadas de la historia.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Cuando la excepción confirma la regla

Las historias de superación económica donde la superación individual es el paradigma –¿recuerda la película: En busca de la felicidad protagonizada por Will Smith?– no tienen porque justificar un sistema de exclusión social. Sus héroes son personas admirables que demuestran inteligencia y determinación. Su indiferencia política al buscar la aprobación del poder en vez de desafiarlo no es más condenable que la de cualquier otro ciudadano. Sin embargo, es necesario que existan también personas con conciencia de clase que gestionen políticas de equidad social, que piensen en el bien colectivo y de clase antes que en el personal. La oligarquía ama esas historias de superación pues legitiman el régimen de exclusión. Olvidan que estas son excepciones, excepciones que confirman la regla.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El agro colombiano: dilemas, intereses y propuestas

En respuesta al post: Los biocombustibles: otro capítulo dudoso de la estrategia agro-exportadora por Darío Fajardo. Publicado en Razón Pública.

Por fin alguien que pone la llaga en el dedo! Gracias Dario. No olvidemos tampoco que esta apertura selectiva se remonta al gobierno de Cesar Gaviria. Su continuidad se explica gracias al lobby de la industria azucarera y de palma. Recordemos que mientras el gobierno abrió el mercado de los granos, hizo una arbitraria excepción con la caña de azúcar aún protegida arancelariamente. La apertura benefició directamente a la industria cuya materia prima son los granos (maíz, soya, algodón, etc.). Muchas de ellas no eran industrias nacionales, sino multinacionales atraídas por mano de obra barata, pero no muy interesadas en subsidiar el agro nacional. Colombia renunció a su vocación agrícola con la apertura. Quizás en buena fé se intentó cambiar un modelo de protección arancelaria por un modelo subsididado por industrias emergentes que se esperaba producieran con mayor valor agregado y por ende rentabilidad. Hasta que punto fue exitosa esta política? vale la pena hacer un estudio al respecto. Si acaso se produjo más tributo tras el empujón que a la industria dió la apertura, la reactivación subisidiada del agro está en veremos. Prueba de ello es el hecho de que el agro que sobrevive actualmente en el país se reduce a dos modalidades: el primero con potencial exportador pero protegido arancelariamente, es decir, un modelo de exportación virtual, pues es subisidiado por el consumo nacional. A este grupo pertenece el azucar y los bio-combustibles. La segunda modalidad es la de productos cuyas condiciones físicas hacen que su exportación o importación se dificulten ya sea porque son altamente perecederos o porque su producción a gran escala es demasiado costosa. Estos productos gozan de relativa buena salud dentro del mercado interno. A ellas pertenecen la mayoría de frutas y hortalizas –existen excepciones a esta clasificación como lo es el banano y las flores–. A mi parecer, es perenne revisar el modelo económico y agrícola del país. En una economía globalizada e industrial, es bien sabido que el agro debe ser subsidiado. Colombia, a pesar del discurso neoliberal –tan caro en la última década del s. XX– y con contadas excepciones, no ha podido demostrar la autonomía económica del agro (fuimos más papistas que el papa). Es hora de que se revise el absolutismo neoliberal. Debemos fomentar la demanda interna no con medidas arancelarias que contradicen nuestros intereses por un mercado abierto, sino con una política que fomente cultivos con alto empleo por unidad de área. En esta última categoría entran precisamente las frutas y hortalizas. Esto sin desconocer que existen cultivos de "colonización" que permiten una provisional explotación de grandes superficies cultivables a relativo bajo costo –dentro de los cuales se encuentra la caña de azúcar, la palma y las especies maderables–. Debemos buscar una política tributaria que distribuya inteligentemente ambas vocaciones agrícolas a lo largo de la geografía nacional; asignando a la agricultura intensiva, tierras con mayor acceso a los centros urbanos y por ende con mayor demanda laboral y a la agricultura extensiva, tierras periféricas, lejos de los centros urbanos, pero de gran extensión como la Orinoquía. El gobierno no ha logrado distinguir entre estas dos vocaciones agrícolas y por ende la mayor cantidad de fondos se va para la agricultura extensiva en movimientos que a menudo esconden un interes especulativo de la propiedad raíz. Es hora de ser y exigir coherencia en las políticas agrícolas.

Otros artículos relacionados: El agro no florece (2008) por Mauricio Cabrera.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Democracy, Liberalism and Capitalism: a Mysterious Trinity?

I believe the relation between democracy and capitalism should be revisited in account of the recent incorporation of democracy in the communist discourse –not to be confused with the discourse of social-democracy, unlike communists they accept capitalism with social oriented interventions by the state–. This new communist discourse is arising in electoral democracies (Chávez' Venezuela, Ahmadinejad's Iran, etc.) and their strategy is to attain power through the suffrage. I identify at least two origins for this new turn: an un-democratic discourse as the one held by traditional communism wouldn't have reception in a society which is not against democracy but against social discrimination. Another factor is the need to legitimate their power against the "international opinion", in particular to the coalition of western democracies which exerts not only economic power –through mechanisms such as the UN's power of veto or the IMF– but also military force –through the OTAN–. The literature exploring the relations between democracy and capitalism is ill-fated by the anti-communist propaganda having its biggest expression during the Cold-War, where still the combined model was more a flag than a real tradition. In view of this I encourage studying the relation between democracy and liberalism which has been explored in greater depth by contemporary authors such as Jürgen Habermas and Norberto Bobbio, and to later review the productive relation between liberalism and capitalism as accumulated by recent history –by productive I don't mean cheerful–. It is my impression that the relation between liberalism and capitalism hasn't been treated rigorously enough; often seen as obvious or natural. As a democrat, my call is to approach these relations without giving them for granted; the historical moment exposed is motive enough. As these communist governments attain power, they declare war on capitalism. Will real democracy survive in a communist regime? or will it become a mere ritual, an euphemism for autocratic regimes? –the latter question should also be answered by liberal economy–. Based on the historical evidence of illiberal democracies and of liberal nondemocracies, both concepts are seen as independent from each other [1]. Nevertheless authors such as Norberto Bobbio have emphasized their complementarity. The relation between democracy and liberalism has been approached in several ways. In contrast with Bobbio's synchronic approach, Fareed Zakaria shows a more diachronic version defending the thesis that liberalism is a historic precondition for democracy [2]. The latter thesis as defended by Zakaria even stands that a legitimate international policy for the coalition of western democracies is to promote liberal autocracies whenever there is a risk of an illiberal democracy. I believe that this is opposed to liberal ideals. In my opinion the sin of Zakaria and others alike is to overweight economic rights over civil rights in the liberal discourse. Democracy should be seen as an implication from civil rights; we cannot have civil rights without democracy. Because of this distortion we are giving the right to illiberal socialism to tag the defense of liberalism as a bourgeois enterprise instead of a humanist one. This doesn't means that we should find electoral democracy sufficient to legitimate power. I agree that electoral democracy don't have to engender real democracy. I refer to real democracy to differentiate it from electoral democracies, the latter characterized by the absence of many of the additional mechanisms necessary for the exercise of a democracy as suggested by its etymological interpretation: the power of and for the people. Most if not all of these mechanism are present in the liberal ideals. This is precisely what the complementarity between democracy and liberalism should stand for; democracy should be seen as an implication of civil rights while the whole of liberal rights and duties should be seen as the medium for real democracy. We should not fall again into the misleading conception where democracy does not longer aspire to be an act of demographic choice but an idea of what is good for the people, a misconception in which are prone the radical liberals, the communists and the neocolonialists [3]. Finally I advice that the goal of a synthetic definition of democracy cannot prescind from its analytical approach even at the risk of never achieving their ultimate components. To most if not all of these questions only the coming history will answer, but historical insight and serious debate should bring, either hope for heterodox democracies or prevent them from going too far in the wrong direction.

Related links and references: Liberalism and Democracy: Can't Have One Without the Other by Marc F. Plattner published by Foreign Affairs (1998). The Future of Freedom: Illiberal Democracy at Home and Abroad by Fareed Zakaria.

[1] Authors such as Fareed Zakaria see examples of liberal autocracies in monarchic England, current Hong Kong and even Pinochet's Chile. I believe that this examples show the prevailing conception where liberalism is equated with capitalism (the limitation of state power on economy) letting aside other characteristics of the liberal ideals such as the limitation of state power on civil rights.

[2] Zakarias takes England as the case example. What does he has to say about the French revolution where constitutional democracy and liberalism took place at the same time? perhaps it could be argued that political liberalism preceded constitutional democracy.

[3] Take for example the liberal autocracy preceding Iran's revolution. Despite the inner and external conflict released after the revolution, western democracies should keep pursuing a democratic agenda for Iran by supporting liberal initiatives and without giving a step back into the wrong direction; that of supporting allied dictatorial regimes.

domingo, 25 de octubre de 2009

Carta de un periodista

"Ninguna otra ocupación les pide a sus profesionales que renuncien a su vida por el arte, con excepción de las fuerzas armadas y, en Sri Lanka, del periodismo."

"El Sunday Leader ha sido un periódico controversial porque decimos lo que vemos: sea un ladrón o un asesino, lo llamamos por su nombre."

"
Todo periódico tiene su punto de vista y nosotros no ocultamos el hecho de que también tenemos uno. Nuestro compromiso es ver a Sri Lanka como una democracia transparente, secular y liberal."

"The Sunday Leader nunca ha buscado seguridad al articularse con la visión de la mayoría sin cuestionamiento alguno. Afrontémoslo: esa es una buena forma de vender periódicos."

Ver carta completa intitulada Después vinieron por mi por
Lasantha Wicrematunge. Traducción publicada en Revista Número.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Sobre periodismo (1a Parte)

En los últimos días he observado una crítica inusual por parte de lectores a algunos columnistas de opinión [1]. Inusual porque no se dirige a la posición explicita que el columnista asume frente a un tema particular. Se refiere más a la visualización que el periodista hace del tema o hecho noticioso. Es como si el lector reconociera la imposibilidad de un contraargumento y quizás traicionado (o no) por su inconsciente decide trasladar el debate a otra dimensión. Pero cual es esa dimensión? Daniel Samper Pizano (Lo que le pasó al Hombre Bala, ver link abajo) la identifica, es la dimensión política y cuyo mecanismo de acción es la noticia selectiva [2]. Tras éste malestar con la visualización se revelan las emociones políticas de los lectores y por qué no, también del periodista pues éste no es inmune ni a la manipulación de sus fuentes, ni a la de sus convicciones políticas [3]. Yo también hice un post al respecto (El periodismo según Coronell, ver link abajo) confesando mi malestar, con lo cual también revelo, a la luz de la presente reflexión, mis "inconcientes" convicciones políticas. Vale la pena citar a Daniel cuando advierte a los periodistas: "Por eso, no debe permitir que lo acomplejen quienes compiten a su lado con otras armas, otros propósitos y otros riesgos". Sin embargo, creo que éste tema merece una reflexión menos comprometida que permita revelar muchas de las ficciones sobre las cuales cabalga el periodismo y que si bien pueden estar bien fundadas, es preciso esclarecer su funcionamiento especialmente en momentos de transición como lo son los albores del ciberespacio. Primero que todo es preciso recalcar la diferencia abstracta entre periodismo y columnista de opinión. Y digo abstracta porque a menudo se mezclan en un extraño hibrido que observamos especialmente en las columnas de opinión de consagrados periodistas. Como ejercicio de dialéctica hegeliana o simplemente como abogado del diablo, podría decir que cuando los lectores critican las columnas de opinión (según lo dicta el formato) de algunos periodistas, estos se defienden, no como columnistas de opinión pero como periodistas. En otras palabras, importan la reputación del ejercicio periodístico para defenderse de las críticas que les hacen como columnistas de opinión. Pero no se trata de deslegitimar la posición de estos periodistas, sino de develar los malentendidos en este debate. Una comparación que puede aportar a esto es la de la función del científico en contraste con la del educador. El periodista es comparable con el científico en cuanto su legitimidad no se deriva del Otro. Mientras el científico apela a la verdad empírica y a la consistencia lógica, la función del educador se fundamenta en el Otro. Así, igualmente el periodismo deriva su legitimidad de compromisos constitucionales y valores éticos abstractos, mientras que el columnista de opinión se fundamenta en el Otro, al intentar contextualizar en el lector la lectura del hecho noticioso, con el cual a menudo posee una relación privilegiada. Por privilegio me refiero al acceso directo a las fuentes o al hecho noticioso mismo (en el caso de periodistas con columna de opinión), al contacto directo con los centros de poder (en el caso de políticos con columna de opinión) e incluso al conocimiento comprensivo del tema noticioso (en el caso de académicos y expertos). Es preciso pues hilar fino en el periodismo y prepararse para sus nuevos retos no solo económicos, pero también culturales.

Posts relacionados: El periodismo según Coronell.

[1] Ver entrevistas-chat de Semana con Daniel Coronell y Maria Jimena Duzán. También el artículo: Lo que le pasó al Hombre Bala de Daniel Samper Pizano en El Tiempo.

[2] Rafael García en su entrevista con Noticias Uno sobre las chuzadas del DAS, habla de la versión legal de éste fenómeno: la "ley selectiva".

[3] Omito los intereses personales dentro de la subjetividad periodística pues es preciso construir un concepto ético del periodismo. Esto sin negar los factores que de manera simultanea lo cohesionan y distorsionan.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Requiem for the Music Inc.

El poder no se contradice a sí mismo, esa embarazosa tarea se la deja a las personas.

Llegó la economía de escala y nunca se le dió la palabra al artesano o al campesino; porque "lo más importante es pensar en el consumidor, que se ve beneficiado con productos de bajo costo". Llega el internet y ahora sí hay que escuchar a los "músicos" (las comillas provienen de la Industria Musical) y no al consumidor que solo quiere escuchar música al menor costo, como es natural. Lo mismo se podría decir de otras formas de (mega)producción. Si querés compartir vuestro duelo por una forma de espectáculo cuya grandeza - mass-mediática - hace parte ya del mercado de la nostalgia, la aceptamos, pero no nos pidan sostener una industria con los mismos argumentos que les fueron negados al campesino y al artesano.

martes, 1 de septiembre de 2009

El periodismo según Coronell

Como el mismo Daniel Coronell lo reconoce en su entrevista-chat con la revista Semana, su columna se distancia de la columna de opinión. Pero antes de ahondar en la ontología de la columna de opinión debo confesar mi sorpresa cuando mi sospecha -y al parecer la de muchos- de que Coronell tendría una fijación personal con ciertos nombres del poder se trasladó a una postura de principio sobre la labor periodística. En esa medida he intentado esgrimir en el presente post algunas observaciones formales que ayuden a entender el origen de mi desazón inicial. Básicamente parto de su afirmación donde expresa su desinterés por complacer al lector, comparando este último ejercicio con la labor de la industria del entretenimiento. Para mí, el punto crucial que determina lo que "es" y no "es" en el periodismo de Coronell es la noción de legitimidad. La posición de Coronell se puede caracterizar porque posa la legitimidad de su ejercicio, en un lugar que no es el de la audiencia general, sino que se ubica en los círculos de poder que ejercen el "real" control político en una sociedad donde la audiencia general es más un instrumento que un factor político. Este fenómeno comparte características similares a la consabida tensión entre la (primera) modernidad y el discurso posmoderno -en su apropiación tercemundista-. En vista de lo anterior he revisitado la función de la columna de opinión y he encontrado que esta se nutre de la legitimidad que provee su audiencia. Pero es una legitimidad más que intrumental, también es ética. En el caso de Coronell, el vínculo de una legitimidad ética con el lector es tenue y a menudo eclipsado por la lectura instrumental de sus columnas que, sin temor a equivocarme, diría que es su objetivo principal -lo que no me queda claro es sí a Coronell le da lo mismo el instrumento de masas o de circulos influyentes en lo político y legal-. Como producto de lo anterior puedo entender por qué Coronell no es un buen columnista opinión en el sentido estricto de la palabra; él hace periodismo en un formato de opinión. El periodismo sí es una labor que exige autonomía con el lector, su compromiso es con la legitimidad de valores que trascienden lo coyuntural y que compararía con motivos constitucionales. Es preciso notar que el noticiario también comparte las exigencias del periodismo de opinión en este sentido; si bien ambos se soportan en el periodismo, estos deben cumplir con el ejercicio adicional del balance de noticias con el fin de encontrarse con el lector -y no me refiero exactamente a un problema de oferta y demanda aunque esta sea su solución efectiva-. Como dije antes, este dilema se refleja en la tensión modernidad versus posmodernidad materializado en debates como meritocracia vs cuotas a minorias, libertad de expresión vs lo políticamente correcto, opinión experta vs opinión pública, etc. Conclusión, dios existe... y me gustaría ver a Coronell encontrándose con el ciudadano común, no para que se entrege al lugar común y mediatizado, pero para fortalecer una posición ética en los ciudadanos. Pero estas conclusiones las dejo a discución pues no quiero ser culpable de perder a un gran periodista por experimentos de entretenimiento. Por lo demás, mi desconfianza con Coronell parecía ser tan solo un malentendido entre formatos.

Posts relacionados: Un ideario.

domingo, 30 de agosto de 2009

La ambición "ideológica"

Desde que Chavéz llegó al poder se ha repotenciado la política de izquierda. El rumbo que tomó la Revolución Bolivariana está más marcado por petrodolares que por un ejemplo sostenible de sistema socialista. Hay que reconocerle a la Revolución Bolivariana el haber desvirtuado el discurso que niega la persistencia socialista en el imaginario latinoamericano y las condiciones que lo alimentan. La guerrilla Colombiana tiene la oportunidad única de retirarse con "gracia" de la lucha armada saltando al tren Bolivariano; oportunidad doble pues enfrentan su peor momento militar. La estrategia chavista, más acorde con nuestros tiempos, se extiende con los mismos métodos de la oligarquía capitalista: la estrategia mass-mediática y la compra de voluntades políticas. El Polo Democrático, cuya bandera política era la alternativa civilista hacia el estado socialista se verá absorbido por fuerzas menos cautelosas y mucho más poderosas (en el tradicional sentido de la palabra). Aquí hay perdedores y no son los poderosos!

A quién le cree usted: a los caza-bandidos? o a los petroleros socialistas?

miércoles, 26 de agosto de 2009

La olla grande


No sé como hilar esta historia; que se encarge la obstinación. A través de los comentarios hechos por lectores en periódicos colombianos ha crecido mi consciencia de los diferentes ángulos, no académicos, de tratar el conflicto colombiano. En este post, no hablaré de los comentarios fundamentalistas de derecha o izquierda, hablaré de una postura más sutil y cuyo aporte a la solución del conflicto(s) colombiano debe ser motivo de reflexión. Me refiero a una posición que si bien promueve el comportamiento ético y legal, juzga desde "afuera" el conflicto colombiano. Cuando digo afuera no me refiero a un espacio geográfico, me refiero a un espacio social. Algunas de estas personas de hecho participan en la solución del conflicto por la vía legal. Quizás la descripción precisa sea: la voz de los inocentes, en contraste con la de los culpables. Pero este post no es para homenajear su entereza, es para reflexionar sobre el discurso de los inocentes, más allá de sí realmente lo son -muchos de ellos se autodenominan inocentes pero quizas es solo una ilusión producto de su ingenuidad sociológica o cuestión de inmunidad psicológica-. Pero permitanme confesar mi objetivo. Pretendo articular un discurso que logre integrar a los "culpables", pero sobretodo a los "complices" dentro del proyecto nacional. Son estos últimos los que no tienen ni el brillo moral ni la fuerza bruta para imponer su discurso -ahora que escribo estas palabras me imagino que los políticos entenderán mucho mejor la óptica del cómplice-. Si acaso aporto a deconstruir estás categorias de "culpables" e "inocentes" en cuanto a su calidad estática, habré logrado mi objetivo con el presente post. "Todos sabemos quienes son, pero nadie se atreve a decir", éste es el lugar común de muchos colombianos. Pero, existen hombres cuya entereza los cubre de una autoridad moral que a menudo deviene despótica, porque la mayoría de colombianos, aquellos que se asumen complices (aunque no lo reconocen en público) no los paramos y les decimos hey, y nosotros que? donde queda nuestra autoridad para hablar como ciudadanos. Algunos reprochan la voz que se les da a los jefes paramilitares, yo pienso que no hay que reprochar la voz que se otorga, sino la que se silencia (como la desconfianza hipócrita con ex-miembros del M-19 incorporados a la labor política). En el proyecto de nación tenemos que hablar todos, con la única autoridad de un sueño común como colombianos. Debemos identificar los abusos de la "reputación limpia" que a menudo se convierte en una forma de extorsión contra los colombianos que nacieron y se hicieron en el conflicto. Este debate es difícil, sumamente difícil, a veces pienso que quizás el olvido logre más que la historia entendida como cantera de injurias. La única forma de entender esta posición es desde ambos extremos de la gamma política, para el inocente que no logra asumir la calidad histórica del conflicto le será casi imposible entender esto. Pero cuantos somos inocentes? cuantos culpables y cuantos complices? las proporciones cuentan, son las que separan al síndrome de las epidemias, al terrorismo del conflicto. No pretendo afirmar "los números santifican" como irónicamente lo decía uno de los personajes de Chaplin, pero los números y más precisamente las proporciones cambian los términos cualitativos del juicio moral probablemente porque comprometen la identidad misma del colectivo. Paradójicamente, las autoreflexiones de la Alemania post-nazi pueden ayudarnos a asumir nuestra inacabada historia.

Posdata: Las siguientes referencias aportan a una relectura crítica de este post:

La nación soñada de Eduardo P. Carbó.

** «Donde todos son culpables, no lo es nadie [...]. Siempre he considerado como la quintaesencia de la confusión moral que en la Alemania de la posguerra aquellos que estaban completamente libres de culpa comentaran entre ellos y aseguraran al mundo cuán culpables se sentían, cuando, en cambio, sólo unos pocos de los criminales estaban dispuestos a mostrar siquiera el menor rastro de arrepentimiento.» Responsabilidad personal en la dictadura, Annah Arendt.

Foto de Jorge Luis Serna publicada en el portal de la alcaldía de San Andrés de cuerquia.

jueves, 6 de agosto de 2009

San José de Apartado o la banalidad de la guerra



Me pregunto por qué los odian tanto. Como puede ser que miembros del ejercito odien más a los líderes de la comunidad de paz que a los mismos guerrilleros? qué significa la comunidad de paz para el complejo bélico-burocrático, para la narco-guerrilla y la narco-milicia? significa la banalidad de la guerra. Significa, a contrapelo de la historia, que los civiles podemos sobrevivir sin pistoleros. Los miembros de San José de Apartado se negaron a la extorsión de la guerra. A diferencia del intelectual pacifista, esta comunidad habla un lenguaje mucho más peligroso: la cotidianidad. San José de Apartadó es más que un símbolo, es una realidad posible. Y es eso lo que les duele tanto.

Dedicado a la sociedad civil y a la comunidad de paz de San José de Apartadó.

Photo from www.cdpsanjose.org

domingo, 2 de agosto de 2009

Atravesando el periodismo

Quizás también los lugares comunes en el periodismo de opinión son síntoma de la inmadurez de la industria mediática aunque esta no es más que un producto de la sociedad a la que pertenece. Pero hablabando de lugares comunes me surgió la idea de reciclar tanta basura de contenidos, y digo de "contenidos" porque me apresto a reivindicarlos en su forma. Por basura me refiero a todos los shows mediáticos de nuestros políticos regionales los cuales ponen la agenda periodística al servicio del poder. He decidido, en vez de quejarme realizar una compilación de columnas de opinión sobre temas trillados. El criterio de selección? uno solo: prosa.

Compilación primera: caudillos de la democracia.

- Caudillos democráticos, El Espectador publica uno de los ensayos del libro "El insomnio de Bolívar" de Jorge Volpi.

- El Cesarismo democrático, Tomas Eloy Martinez (publicado en El Espectador).

UNDER CONSTRUCTION
El poder construye un lenguaje mágico.

sábado, 1 de agosto de 2009

Educación Superior en Colombia (2a Parte)

A propósito de la columna de Salomón Kalmanovitz: Las reglas académicas. Veo en la opinión de S. Kalmanovitz una opinión característica de la (primera) modernidad. A mi juicio, incurre en una sobrevaloración de la meritocrácia en detrimento de otros factores que son relevantes a la hora de legitimar el sistema. Es precisamente el énfasis en los mecanismos de legitimación lo que distingue la segunda modernidad de la primera.

Existen conflictos entre modernidad e identidad. El ejercicio de convocatorias internacionales es positivo (ver columna Las reglas académicas), pero deben reservarse cupos a ciudadanos colombianos, pues la competencia con el resto del mundo la tenemos perdida (es que son muchos!). Una política similar son los cupos para las minorías (mujeres, afrodescendientes, etc.) presente en la mayoría de países "desarrollados". Lo que se ha venido a llamar ''políticamente correcto'' no es infundado, aunque sus excesos lleven a absurdos. Horkheimer y Adorno en obras como Dialéctica de la ilustración, nos recuerdan la tiranía que se esconde tras los modelos meritocráticos característicos de la primera modernidad. Ésta última no logra ni intenta discernir entre identidad y burocracia. Esto se debe a que la identidad está intimamente relacionada con el poder; la identidad se alimenta del poder y a su vez, el poder se alimenta de la identidad. Quizás posiciones como la de Kalmanovitz pretenden limitar la explotación de la identidad por parte del poder, esto se traduce en una mirada crítica frente a posturas como la autonomía universitaria, sistemas de autoevaluación y otras formas de "provincialismo". Sin embargo, de la mano de estas críticas se deben procurar legislaciones coherentes con el amplio panorama social que rodea estas instituciones. Y digo "amplio" porque no puede reducirse a indicadores internacionales o círculos de intelectuales, si bien hacen parte integral de su entorno. Si buscando prestigio internacional llenamos nuestros recintos educativos con investigadores internacionales o con especializaciones en universidades como UCLA o Cambridge, estaremos llevando un mensaje contradictorio a nuestros estudiantes, estaremos deslegitimando la capacidad de formación de nuestras instituciones. Preguntas como, por que hacer una maestría o doctorado en el país si se constata que la mayoría de profesores titulares tienen especializaciones en el exterior? La respuesta no está en la "endogamia", pero ciertamente tampoco en la promiscuidad.

Posts relacionados: tras haber escrito este post, encontré una correspondencia pública entre Daniel Mera Villamizar y César Rodríguez Garavito alrededor de las "cuotas" especiales del Gobierno Nacional a la población afrocolombiana. Mientras Villamizar toma una postura liberal, Garavito, en sintonía con las citadas medidas del Gobierno Nacional, defiende las "acciones afirmativas".

- "Igualdad sin cuotas" (El Tiempo 12/jul/09) por Daniel M. Villamizar. También lo puedes encontrar en su blog personal: Reimaginando la Afrocolombianidad.
- "En defensa de las acciones afirmativas" (El Espectador 14/jul/09) por César R. Garavito.
- "¿Negros 'acomodados' e insensibles?" (El Espectador 24/jul/09) por Daniel M. Villamizar.

En una temática más general se encuentra el post: "Modernos y diversos, al tiempo" (07/Ene/2010) por Daniel M. Villamizar. Pero les recomiendo especialmente esta versión: "Los negros, la modernidad y la diversidad", es adaptada al contexto de la población negra e ilustra mejor el debate entre diversidad y modernidad. También posee en los comentarios algunas referencias bibliográficas.

Educación Superior en Colombia (1a Parte)

A propósito de la columna de Eduardo Sarmiento: Educación discriminada, me permito dar mi propia interpretación del debate. Si bien comparto el eje argumental de E. Sarmiento, procuro aportar una mirada menos coyuntural (y sectaria). El propósito es abrir la reflexión sobre los mecanismos para estimular una fructifera relación entre la académia y el resto de la sociedad.

Recientemente Colciencias ha actualizado los indicadores de calidad en investigación conforme a estándares internacionales. Si bien esto constitituye un avance en la transparencia de los mismos; es motivo de debate su papel en el "juicio" presupuestal que realiza el gobierno. La calidad en investigación, especialmente cuando se somete al criterio de revistas internacionales corre el riesgo de desvirtuar las prioridades nacionales en educación e investigación. Su prevalencia, en detrimento de las necesidades locales solo profundiza la desarticulación entre academia y sociedad. Bajo estas condiciones la actividad académica se hace indistinguible de la actividad burocrática.

lunes, 20 de julio de 2009

Un ideario



Creemos en la modernidad, en la opinión de los expertos, pero también creemos que la modernidad es delirante. Creemos que el antídoto para este problema es un balance entre la opinión experta y la opinión pública. Colombia y muchos otros paises 'en desarrollo' poseen un marcado desequilibrio en este tema; las decisiones gubernamentales son basadas en la opinión de expertos y de un reducido grupo de ciudadanos con poder económico y/o politico los cuales a menudo se toman la libertad de regular el uso de la opinión experta a su conveniencia. Hay que entender la relación entre la autoridad que emana del conocimiento científico y aquella que obedece a la opinión pública, esta es la raíz de muchas contradicciones en el debate político. La autoridad científica emana de un diálogo irreductible entre la teoría y la práctica. De esta misma forma, la opinión pública refleja esa busqueda de la ciudadanía por poner a prueba su imaginario de lo que una política de bienestar debe ser. No quiere decir que la opinión pública esté en lo correcto, lo que quiere decir es que es a la opinión pública la que corresponde juzgarlo, y solo puede desarrollar estos elementos de juicio en la medida que logre poner a prueba su imaginario, logrando que sus opiniones se conviertan en ejercicios de poder, en políticas de estado. Desde esta perspectiva, el conocimiento como ciencia legitimada por el público, se constituye como patrimonio y como una sola autoridad ya no reducible a la soberanía popular ó científica por separado.

Sobre la opinión pública. Pero como detectar la opinión pública? no parece haber una respuesta sencilla, los medios masivos de comunicación con su poder mediático constituyen un desafio a la caracterización de una opinión surgida como legítimo agregado de experiencias locales. Intentar responder a esta pregunta ha llevado a toda clase de regímenes totalitarios. Y es que conlleva a insalvables contradicciones; si supieramos a priori la opinión pública, no sería opinón pública. Aprendimos, no sin historia recorrida, que lo más apropiado era cultivar las condiciones bajo las cuales la (real) opinión pública emerge en vez de apostarle a un significado estático. Esta es un organismo cambiante y para fortalecerla es preciso estudiar las condiciones bajo las cuales se desarrolla y adapta.

Los límites de la opinión pública. El objetivo pues es asegurar las condiciones básicas para la emergencia de una opinión pública autónoma, libre de cohersión y con elementos críticos que le permitan detectar estrategias de manipulación. Paradójicamente, esta búsqueda a devenido en la noción de marco constitucional la cual pretende limitar toda forma de autoritarismo incluido el de la propia opinión pública. Pero el proyecto constitucional no se reduce a limitar libertades, también comprende una tarea de reeducación en los valores democráticos de convivencia y ejercicio responsable del poder ciudadano.

Photo of Lao Man’e Village, Bulang Mountains (Vietnam) taken from the blog Tea Mountain Goat.

sábado, 11 de julio de 2009

The socialization of literacy

Some scholars talk about the emergence of written orality [1] released by the cyberspace, it seems to me that the revolution is going in the opposite direction; a growing number of cybernauts are acquiring the rhetoric of writing. If printing socialized reading, cyberspace is socializing writing. The first modernity was founded upon the socializing of reading and to a lower extent of writing, but a whole new modernity is emerging in the cyberspace where the oligarchy of writing and therefore of the production of rational knowledge is being replaced by something as mysterious as rationality was for traditional knowledge before the age of printing.

To frame the former post I suggest the reader to take a look at the work of Walter J. Ong and my suggestion to the 'lazy reader' (like me!) are the excerpts from the essay Literacy and orality in our times in case you liked it (like me!), here is the complete version.

[1] What Walter J. Ong called secondary literacy.

miércoles, 8 de julio de 2009

Cuál es el futuro del Partido Pirata?

Escribo este post con más preguntas que respuestas. Las verdaderas revoluciones son impredecibles y p2p es una de ellas. A donde irá a parar la industria de 'soft contents'? No solo p2p desafía el monitoreo en la transmisión de contenidos, para colmo de males, las disqueras y editoriales no encontrarán respuesta en la web 2.0 que se enfoca en la administración de contenidos y de hecho se usufructa de su libre distribución. La web 2.0 ha acelerado la convergencia entre los modelos top-down y bottom-up de producción. Se puede alegar que los antiguos productos top-down nunca podrán ser reemplazados en calidad por los bottom-up, quizás sea cierto, pero al igual que las pirámides de Egipto y la muralla China, no existe una razón por la cual debamos continuar la producción y consumo de productos que no se adaptan a las nuevas realidades sociales. Significa que las megaproducciones de Hollywood son una especie en vía de extinción? no lo sé, como dije, tengo más preguntas que respuestas. Lo que sí es cierto es que la producción de cortometrajes y otros formatos web-oriented irán en ascenso. La vieja industria de soft-contents dirá que no es posible la producción sin estímulo monetario del consumidor primario, pero esto no es cierto la industria de la publicidad es la prueba de ello. Lo que implica es una necesaria alianza con otras industrias fuera del negocio de soft-contents. Finalizo con un truco retórico que aprendí recientemente, les dejo la pregunta: cual será el futuro del Partido Pirata?

sábado, 27 de junio de 2009

La paradoja del crecimiento

En un breve artículo del DANE se expone lo que muchos sospechabamos sobre el crecimiento económico de mediados de ésta decada; no representó un crecimiento equiparable en el mercado laboral. Esta paradoja no parece ser propia de Colombia pues se ha reportado en otros países de la región. Existen tantos factores como hipótesis para explicar el fenómeno. El artículo es del 2007, nunca conoció el trágico desenlace de nuestro Icaro en el cielo. Desde éste lado de la historia vale la pena preguntarse si esta paradoja ya era un índice de la carga especulativa del crecimiento económico. Es preciso notar que éste fenómeno habla sobre el progresivo incremento de la desigualdad y el deterioro del bienestar social pues en una economía liberal el bienestar se deriva del trabajo formal. Un análisis detallado (y algo politizado) en este tema es presentado por la senadora liberal Cecilia Lopez. En él se formulan explicaciones a la altísima desigualdad en Colombia en comparación con otros paises de la región. Sin embargo los índices económicos del artículo del DANE citado al principio, muestran un panorama común a nivel internacional por lo cual se concluye que los factores allí presentes explican solo parcialmente el fenómeno colombiano, en donde otros factores contribuyen al recrudecimiento de la desigualdad.

PS: será que la paradoja del crecimiento era también la paradoja de la 'inversión'?

viernes, 19 de junio de 2009

Candidaturas sin partido

Enrique Peñalosa critica la reforma política (ver Reforma política excluyente) porque cierra la posibilidad de iniciativas independientes que pueden romper con la obesidad en que a menudo devienen los partidos políticos. Como ejemplos del éxito de dichos modelos, Peñalosa expone el caso de las alcaldías en Bogotá y medellín (Fajardo) e incluso la primera elección de Uribe. Yo creo que el caso de las alcaldías demuestra que las propuestas políticas independientes son, a nivel de alcaldías, un modelo exitoso, sin embargo no creo que el gobierno de uribe sea un modelo exitoso de propuesta independiente. No me referiré a la calidad moral de Uribe, ese no es el tema que intento exponer aquí, sino la cuestión de si las candidaturas independientes a la presidencia deban ser promovidas por la legislación electoral. Y digo que el caso Uribe es una muestra de lo que puede ir mal pues pudimos observar como durante la campaña la imagen de un candidato independiente es mucho más elocuente que la de un partido, vimos como la historia -ausente- del candidato independiente se convierte en receptor de toda clase de esperanzas políticas por parte del electorado. Y todo esto es bueno sino fuese porque al final, cuando es elegido, la independencía se traduce en ingobernabilidad y las prebendas parlamentarias (mico incluido) se presentan como la única forma de sacar adelante los proyectos legislativos del ejecutivo (una muestra: 'eliminando la competencia' y 'transfuguismo').

jueves, 18 de junio de 2009

Sobre Fajardo, a riesgo de equivocarme opino

No me gustan aquellos que explotan el silencio para condensar esperanzas (léase ganar votos). Crean una falsa sensación de armonía. Si bien el misterio actúa como factor de cohesión, evidenciado en proyectos religiosos y nacionalistas fundados en el misterio divino y de la patria, constituye una contradicción con la modernidad y su proyecto democrático. Si el acceso a los medios de comunicación es un derecho democrático, la opinión comprometida es el deber que deben asumir los candidatos políticos como garantía de transparencia. Creo que la campaña a la presidencia de Fajardo le esconde muchos 'guardados' al voto de derecha colombiano y su estilo y origen de clase me sugieren que también al voto de izquierda. Más allá de la calidad moral de estos 'guardados' mi crítica es en el método. No es sano para una democracia este tipo de silencio, coharta la deliberación pública. La idea de reconciliar la opinión política es un ideal falaz. La historia nos ha enseñado la tiranía que esconden estos proyectos. Una sana democracia se alimenta de la diferencia y no de cualquiera, de la diferencia ideológica aquel acumulado de historias y esperanzas de las diferentes clases sociales. Sano es que la derecha supere el terror paranoico al poder de la izquierda y viceversa. Para ello la izquierda debe ser izquierda y la derecha derecha, su único marco común deben ser las garantías democráticas.

viernes, 12 de junio de 2009

El proyecto de nación (1a Parte)

Terrorismo o conflicto

La ley ejerce una forma de violencia cultural al desconocer la subjetividad de la conducta. El proyecto de nación sería impensable sin el ejercicio homogeneizante de la ley. En esta medida, cuestionar la legitimidad de la ley en virtud de la subjetividad de la experiencia es cuestionar el proyecto de nación. El embarazo del estado frente a la ilegalidad con dimensión social, se asemeja al embarazo de la medicina moderna frente a las enfermedades crónicas. El error en ambos campos es el mismo, parten de un contrasentido pues no existe 'ilegalidad' con dimensión social ni 'enfermedad' que sea crónica. No son una amenaza al ser nacional o individual, son un cuestionamiento a su concepción misma, obligan a un cambio de autopercepción. Por supuesto, si a toda costa nos empecinamos en mantener las viejas nociones podemos terminar logrando un cuerpo sano libre de aquellas 'enfermedades', pero éste será un cuerpo amputado, un adefecio artificial cuya existencia solo se mantiene por la más triste expresión de terquedad.

Confesiones de un amateur en comunicación

Como escapar a la tiranía del formato? se pregunta el amateur. Esta pregunta es fundadora; comienza el proceso por dominar el medio. Es que los blogs te vuelven polémico, vos queres decir algo, querés que te escuchen y entonces se te sale... pelaste el cobre. Y lo volves a hacer una y otra vez, sos un blogger. Lo peor de todo es que reconoces vestigios de tu personalidad en esta abominable criatura de la farándula de opinión. Tu naríz es larga y tu culo gigante, no cabes en ningúna parte. Sos un pistolero, un mamerto, un oportunista retórico (la causa subordinándose al valor retórico), sí, sos también un para y un intelectual. Ya entiendo a los políticos. Ante esto lo extraño es reconocer nuestra moderada personalidad fuera de la blogosfera. Es el formato, el implícito detrás de este desdoblamiento. Cuando tenes alguien al frente y le dirijís la palabra lo más probable es que este te escuche, no le tenes que gritar (todo lo contrario), podes guiñarle el ojo mientras decís alguna sandez, una sandez que en el ciberespacio te stigmatizaría como un sujeto fundamentalista o degenerado. Podes decirle una cosa y la otra, podes bajar el tono, podes decir 'pero' en el camino, al final tu voz como que se funde con el otro porque no solo buscamos existencia, también aceptación. Es en esta dialéctica que el diálogo se constituye como un poder propio. Existe diálogo en el formato blog? si es así, sin duda no se da de la misma forma que en la conversación privada -la conversación pública parece replicar la (anti)dinámica del blog. Dominar el medio es pues acercar nuestro yo online al offline, permitirle esa ilusión de transparencia en el lenguaje donde a menudo se funden el tú y el yo. Quizás, como decía Jaime Garzón, aunque no recuerdo sus palabras exactas: creo que de tanto hablar algo queda.

domingo, 7 de junio de 2009

On freedom of expression...

I don't know much about policy on freedom of expression -yes, I know ignorance is not allowed on cibernauts, knowledge is at one click!, but what da hell, I just wanted to say that in this issue I take a position which is similar to that of Keynes on economics. I think that almost all the criticism (back and forth) from where Keynes feeds his economic-policy theory can be transcribed into freedom of expression. In fact this self-preserving dialectics; rule and game, lange and parole, etc. is also seen at the political realm with the notion of constitutional democracy. Theses are highly appreciate approaches on economy and politics, it is real worth it to see how this paradigm can be adapted to the realm of freedom of speech or expression...

Well, now that I think about it further, this is what Habermas has point out when looking for the ideal of a public sphere; it also compromise a normative component. Still, given my ignorance on the details of Habermas approach, I can freely wonder about the specific encoding of this normative component. Should it be produced, reproduced and consumed as a legalistic or ethical (cultural) mechanism?

viernes, 22 de mayo de 2009

Mercadeo electoral

En un país donde la imagen ética prima sobre la ideología, postular individuos es mucho más exitoso electoralmente que postular partidos. Es más facil encontrar un individuo que una institución con una imagen ética ejemplar. Al existir más individuos que instituciones, el resultado obedece a una simple lógica de selección. Adicionalmente la imagen institucional es especialmente vulnerable a ser el chivo expiatorio de sus miembros.

Ahora cada partido político busca su propia estrella, su David Beckham. Lo cual no es malo (gajes de una sociedad mediática), siempre y cuando el 'Beckham' sepa a que equipo pertenece y no al revés.

viernes, 8 de mayo de 2009

Communism and Democracy

The following is an hypothetical interview with a communist of the era of late capitalism. My aim was to show the contradictions between communism and democracy. The so called communist end up being a quiet nice guy but I guess he is just in campaign as any other politician.


- do you believe in democracy?


- yes.


- How can one attain democracy?


- by assuring the rights of the people to vote based on their own consciousness.


- And who do you expect to take responsibility for assuring democracy?


- The State.


- Why would the sate be interested in assuring democracy?


- Because its legitimacy (read existence) depends on the approval of the people.


- How would this approval be materialized?


-Through the vote.


- Isn't the vote made to change government instead of State?


- if you put it that way, then I mean by people's revolutions.


- So what you say is that whenever the people feel the State is failing to assure democracy, the only way to put pressure on the State is through revolution or the thread of one?


- yes.


- Wouldn't this led to a cycle of revolutions, given the natural tendency of the State to oppose to democracy in the absence of external pressures?


- your claim about the 'natural tendency' is questionable.


- A key element for democracy is the existence of different political options, different parties with diverging ideologies. According to historical materialism, there is a closed relation between ideology and production. Under communism, production is coordinated by a centralized system. How could you envisage diverging ideologies or ideological ruptures under such scheme?


- There would be none.


- But, what about the key elements of democracy?


- Once the communist system achieves a mature stage, there will only be one ideology: that of communism, therefore there would be no need for democracy anymore.


- So what you say, basically is that democracy for communism, is just a transient state?


- yes.


- You talk about 'mature stage of communism'. In order to get there you would need to have an increasing order of electoral victories. The precondition for that would be an increasing number of people joining a communist ideology. How can you achieve that without achieving already a mature stage of communism?


- Every time we win elections our administration will persuade more people to our cause.


- In other words -correct me if I am wrong-, you believe the time-power gap to gain the sympathy of people to communism is covered by democratic time-power concessions and this sympathy will be cumulative in history even with the thread of counter-reforms performed by other party's administrations?


- yes, we bet on that. This is a qualitative change with former communist movements, we think is important for the people to realize by themselves the benefits of the communist system and at the same time is important for us to gradually adjust and amend mistakes from previous formulations.


- what if something goes wrong after you have abolish democracy?


- The people will always have democracy as long as there is dissent. Only in the moment when people don't feel the need for democracy because they have realized the benefits of the system, is when democratic vote will become redundant and therefore useless.


- How can you know whether there will be no further dissents after abolishing democracy?


- We will hear the people.


- How can you assure the State will care to hear the people if they no longer constitute a political thread?


- As I said, there will be democracy as long as there is dissent.


- But suppose there is consensus and then some dissidence appears, what are the mechanisms to let that dissent become a relevant auto-criticism to the system?


- It is very easy to surround an ideology through rhetoric. If we would care so much about the absolute consistency of our ideologies there would be no ideology at all. It is history who has the last word when it comes to the suitability of ideologies.


- can I make more questions?


- ok, go on.


- Every defense of ideology to some extent relies on the history to legitimate itself. For some reason, often, in the history to come. Do you think we will have enough time as a specie to explore all possibilities of history to realize what is the best ideology? shouldn't we start building a simulated approach to history -that of rhetoric as you say- to save lives and efforts?


- 'simulated approaches' as you call them could be misleading.


- What about a balance between the two?


- I agree on that. Still we would have some troubles calibrating the balance, don't you think?


- I agree. Thanks for the interview.

sábado, 31 de enero de 2009

A Propósito del 'Antiedipo': deconstrucción.

Con el ánimo de generar discuciones productivas me propongo exponer algunas de mis opiniones sobre este libro de Deleuze y Guattari el cual es una excelente excusa para pensar. Las preguntas y respuestas que aparecen son fruto de un intercambio entre laura y yo, los cuales compartimos un interés por las temáticas tratadas en este libro. Ella comienza a leer el libro y hace algunas preguntas al respecto:

- hay que salirse del psicoanálisis, puede eso conseguirse?


 Alguna vez te has preguntado que opinan los psicólogos de los sociólogos (y viceversa)? No es de sorprenderse que no se hayan entendido demasiado bien. Ambos sistemas de pensamiento por mucho tiempo intentaron explicar lo mismo desde perspectivas diferentes. Si el propósito de toda teoría es predecir sucesos; el comienzo de toda construcción teórica es explicar una serie de eventos observados y es esa la etapa en la que se encuentran tanto el campo de la psicología como el de la sociología. Puede la psicología de la triada edípica (padre, madre y yo) explicar el aumento de las tasas de divorcio en los U.S. surgidos en los años 60? Puede la sociología explicar como se construye la identidad sexual en el individuo? El objetivo es construir un lenguaje general, desarrollado a partir de la abstracción de elementos analíticos presentes en ambos campos. Con este objetivo, Deleuze y Guattari, emprenden una deconstrucción del psicoanálisis [1]. En que consiste pues una deconstrucción? a diferencia de la destrucción, la deconstrucción es un proceso en el cual se realizan desarticulaciones de un sistema de conocimiento. Lo que ha de ser desarticulado o no, obedece al fin del deconstructor. En el presente programa de deconstrucción, las desarticulaciones deben ser tales que permitan liberar al psicoanálisis de las ataduras que le impiden conectarse con la dimensión sociológica de los eventos [2]. Al mismo tiempo, debemos cuidarnos de no desarticular aquellos elementos -dentro del psicoanálisis-  que nos permiten entender la construcción del sentido a nivel individual (el inconciente, etc.). La palabra anarquía en el contexto aquí expuesto, es solo una instancia en el moviemiento de deconstrucción.


[1] deconstrucción que también deberá ser emprendida con las teorías sociológicas tradicionales. Esta labor es parcialmente llevada a cabo por el Antiedipo al realizar moviemientos de deconstrucción de regímenes autoritarios, una falencia entendida, en parte por el hecho de que a principios del siglo XX la relación entre teórias sociológicas y regimenes autoritarios era especialmente borrosa.


[2] para Deleuze y Guattari corresponde a romper con el triángulo edípico: padre, madre y yo.  
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution 3.0 Unported License.