domingo, 20 de abril de 2008

Escribiendo el Sexo


Hétero, bisex, homo; categorias simplistas como el "bien" y el "mal". El sexo es palabra y como ella, depositario potencial de una constelación infinita de significados. La sexualidad, en sus categorías tradicionales se configura de acuerdo a la paridad entre organos sexuales. Movimiento comparable a entender la vida a partir de sus componentes moleculares. Los organos sexuales tienen el destino de cualquier otro significante figurativo; cuantos poemas no invocan la palabra ''nube'' en sus inagotables connotaciones. Todas estas connotaciones pueden compartir una misma herencia sígnica, aquella de "nube" en su significado literal, pero la incorporación de esta palabra en diferentes narrativas engendra una explosión de diversidad semiológica. Así pues, nuestros organos sexuales, así pues todos y cada uno de nuestros átomos, así todas y cada una de nuestras unidades figurativas. La deconstrucción del objeto sexual es deconstrucción de preferencias, de sentido sexual, es aterrizar en el deseo desnudo. El falo y vaginocentrismo son solo casos particulares de una configuración de sentido que considera al órgano sexual como unidad constitutiva del sentido sexual. Hay quienes van más allá como para declarar al hombre y la mujer en sus integralidades masculinas y femeninas como las unidades básicas del diálogo sexual. En cuanto a mí, tan solo intento ver con los ojos rotos y bailar con palabras-carne, los inagotables cantos de la prosa y la poesía del acto.

Post relacionados: El imperativo sexual: Tiro luego existo entrada del recomendable blog: El sexo de Sofía.

sábado, 19 de abril de 2008

Epigenetics as High Level Programming

Just as molecular biology tells us that in higher organisms the main mechanism for phenotypic differentiation is Gene Regulation, this may also be happening in fields such as History and Literature, evidenced by the growing role of Criticism which acts as a sort of Regulatory mechanism acting over the accumulated texts/facts. The latter having the role of Genes.

This biosemiotical approach may be compared to processes of High Level Language Programming. Objects with regulatory roles, which we may call Readers, now becomes the "genes" with respect to an increasing specialized type of Readers. In other word what we may see is an increasing development of Readers over Readers.

jueves, 17 de abril de 2008

Ecologias del Ser

[Por utilizar una figura, el 98% de las ideas aquí planteadas son apropiadas de otros autores. Esto apesar del uso retórico de los verbos en primera persona; personajes como Levinas, Popper, Derrida, se me vienen a la mente. ]


El Id y el Ego se presentan a menudo como notables enemigos. Esta visión deja ausente otra faceta de esta relación: la simbiosis, evidenciada en el hecho de que comparten la misma unidad motora: el cuerpo. Otra óptica desde la cual podemos plantearnos esta relación es la del Ser Local y la del Ser Global, usadas en su connotación no esencialista, sino relativa. Y en medio el Yo, como hilo conductor entre lo local y lo global; entre lo diacrónico y lo sincrónico. Hablo de esto porque me gustaría plantear una ética a partir de estos elementos. Si los entendiéramos desde una visión esencialista, caeríamos en planteamientos metafísicos (racionalistas, religiosos, mitológicos, etc.). Esta observación no se debe tomar a la ligera, el talón de Aquiles de numerosos proyectos de aspiración "no metafísica" se han debido a este descuido o, mas precisamente, a este hábito difícil de morir. La clave para identificar muchos de estos esencialismos es la cerrades en la delimitación de las fuentes de significado. En el proyecto Freudiano la familia era el principio y fin de todo significado, en el Marxismo, la lucha de clases. No es de extrañar pues, que sus criticismos se hayan enfocado en lo que han dejado por fuera: la Sociedad y el Individuo, respectivamente [1]. Pero que innovaciones puede introducir una ética totalmente abierta en el anterior sentido? me atrevería a decir que introduce nuevos coprotagonistas, nuevos Otros, es casi literalmente una cura a la miopía del Ser introducida por la modernidad y sus teorías cerradas. Ciertamente, la dialéctica entre lo local y lo global como fuente de significados es un eje que atraviesa muchas de las limitaciones de anteriores propuestas ontológicas incluyendo aquellas de la modernidad, sin embargo, cabe notar que la escogencia especifica de un eje dado, puede constituir un obstáculo en la identificación de nuevas unidades históricas y/o fuentes de significado, es por ello que cuando nos referimos a una ética abierta, nos referimos a una posición crítica con respecto a las unidades estructurales que preceden nuestras construcciones conceptuales en general y ético-ontológicas en particular. Para "concluir" esta intervención, me extenderé un poco sobre el planteamiento ético desde el eje dialéctico entre lo local y lo global. La connotación en que utilizo lo local y lo global es en el espíritu del espacio-tiempo social. Poco hablaré sobre los conocidos conflictos que pueden emerger en esta polaridad, me basta con confesar mi devoción esquizofrénica por ambos, al menos en el ámbito literario, y dar fe de la riqueza creativa de esta polaridad (tema recursivo en la obra de Estanislao Zuleta). Prefiero hablar de una práctica singular que se desprende de esta ética. Considerando la relatividad como principio crítico de nuestras construcciones conceptuales, podemos reconocer las limitaciones del Ego para realizar lecturas contextuales [2]. De allí que la recurrente dialéctica interindividual nos permite una actualización de nuestras interpretaciones. La planeación estratégica de nuestras interacciones interindividuales nos permiten afectar estratégicamente al Ego frente a otros factores que pueden influir en la formas del Ego, como lo son las actitudes del Id y en general, sentidos contingentes producto de una subestimacion del Otro en nuestro comportamiento [3]. En otras palabras reconocer que las ausencias efectivas del Otro preceden e implican ausencias en las formas de nuestro ser y que, en consecuencia, al buscar al Otro nos buscamos también a nosotros mismos.

[1] Solo para citar las unidades de las críticas tradicionales, ya que existen toda una infinidad de unidades históricas alternativas que no han sido agotadas por el análisis histórico o antropológico.

[2] Se podría intentar construir una metalectura al incluir la visión del Otro, pero esto implicaría la habilidad de acceder al Otro en toda su extension, una empresa inconmensurablemente difícil si se considera al Otro como Sujeto abierto y contingente.

[3] El Id es también un Otro para el Ego.

viernes, 11 de abril de 2008

Un buen estudiante en el Ministerio....

El ministro Colombiano de Agricultura, Andrés Felipe Arias, es un espécimen bastante interesante. Su conversión teórica sería un apreciable logro mediático para el postmodernismo en la región. Ejemplo prístino de práctica y discurso neoliberal. Su cargo constituye todo un emblema institucional. Su apuesta mediática y, me atrevo a decir, espiritual a la discusión objetivista, lo hace vulnerable a la razón instrumental. Aun sin aspirar a su conversión tenemos aquí a un interlocutor retóricamente útil. No hablare del caso Carimagua, aunque constituye una muestra significativa de sus modos de práctica, es decir, los modos neoliberales. Me interesa reflexionar sobre su posición coyuntural con el cultivo de la Palma a raíz de la alza en la demanda de biocombustibles. Su posición ha sido radicalmente clara: el incremento de los cultivos de Palma, sin salvedades, constituyen un beneficio para Colombia y los colombianos. Dentro de los colombianos, aclaro, no solo se refería a las grandes empresas del agro, sino también al pequeño y mediano agricultor. Siendo así, vale la pena formular a él y sus copartidarios ideológicos las siguientes observaciones y cuestionamientos. Para persuadir de que el cultivo de Palma constituye una solución pluralista, el ministro cita dos programas: uno en Tumaco donde, bajo el financiamiento y asesoría del ministerio, se construye una planta de procesamiento de aceite de Palma con fines de autoconsumo energético. El segundo ejemplo es una cooperativa en el nororiente del país, donde un grupo de pequeños productores de Palma han montado, bajo la financiación y asesoría del gobierno, una planta de preprocesamiento cuyo producto es vendido a la planta de procesamiento final del biocombustible. Por que habríamos de ser escépticos ante los argumentos del ministro? bueno, mi experiencia como vallecaucano, me permite una opinión de primera mano con un cultivo cuyas condiciones de producción y procesamiento no son muy distantes a las del cultivo de Palma y otros combustibles vegetales: el azúcar de caña. De hecho, en la actualidad se lleva a cabo una conversión de la producción de azúcar por la de etanol, un biocombustible derivado de la caña. La realidad de la caña en el Valle del Cauca es que no solo es un cultivo latifundista sino que sus ganancias se acumulan en los Ingenios, un grupo aun mas reducido de latifundistas que compran, producen y procesan la caña. Que nos asegura que esta historia no se va a repetir? dudo que otros cultivos proyectados para la producción de biocombustible puedan ser la excepción, esto se debe a la combinación de dos factores fatales para una industria que aspira a la integración socioeconómica: la distribución asimétrica de la tierra y la naturaleza extensiva del cultivo. Realizar un criticismo al cultivo de biocombustibles cuestionando la asimetría de la distribución de la tierra es una posición que encuentro políticamente legitima, sin embargo, personalmente, creo que no es congruente con la actualidad del mercado global de los bienes primarios. Quizás su tiempo llegue, pero no en el mediano plazo. Por otro lado, creo que estamos preparados, en la actualidad, para un replanteamiento de los modelos de agricultura extensiva al menos en ciertas regiones del país. A pesar de la casi insaciable demanda de biocombustibles en el mundo, como se ha expuesto, las condiciones de este cultivo no promueven una distribución "natural" de las ganancias ya que favorece la centralización de la propiedad y la producción. Si bien esta naciente industria promete un incremento en las ofertas de empleo en comparación con los que ofrece sectores como el ganadero y el azucarero, no tiene forma de competir con propuestas de agricultura intensiva como los son las frutas y hortalizas [1], cuyo mercado no ha sido explorado lo suficiente, eclipsado por el poder político de los sectores agropecuarios establecidos. La agricultura intensiva, no solo ofrece productos mas variados y cuyo procesamiento generan un valor agregado mayor al de los biocombustibles, sino que también demanda una mayor cantidad de trabajo industrial y en especial, por unidad de tierra, promoviendo así los asentamientos rurales en oposición con el crecimiento desmesurado y conflictivo de la población urbana y los problemas de gobernabilidad rural.


[1] Me refiero a Agricultura Intensiva entendida como aquellos productos cuyas especificidades de producción y mercado implican un uso intensivo en costo y mano de obra por unidad de tierra. Esto deja por fuera cultivos como la caña de azúcar y la ganadería intensiva donde, ni el producto, ni el mercado -real y no distorsionado!- exigen esta práctica.

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